Remy Couture fue encontrado inocente en uno de los casos más complejos que ha visto el sistema judicial de Quebec y Canadá, poniendo sobre la mesa el debate sobre lo límites del arte y la obscenidad.

Couture, un experto en efectos especial y artista, quien fue acusado de violar las leyes de moral y obscenidad a través de su arte, marcado por la violencia y lo sangriento. El hombre de 35 años enfrentaba tres cargos por corromper los valores morales al distribuir, poseer y producir material obsceno.

“Es como si me quitaran de encima un peso de 400 libras”, dijo Couture a su salida del tribunal, según reseña la agencia Canadian Press. “Ha sido la cosa más estresante por la que he pasado en mi vida”.

Remy Couture publicó en su sitio web más de 1.000 fotografías y al menos dos videos que muestran actos violentos: asesinatos, tortura, abuso sexual, agresiones e incluso necrofilia. El portal estaba hecho como si fuera el diario de un asesino en serie y todas las víctimas eran mujeres jóvenes.

Sin embargo, toda la producción es de mentira, en base a las habilidades del hombre para crear efectos especiales. Se utilizó sangre falsa, latex y modelos quienes consintieron participar en las producciones.


“Mi objetivo era crear terror, así de simple”, señaló Couture durante el juicio.

El jurado luego de dos días de deliberaciones determinó que sí se trataba de arte, por lo que declaró al artista inocente. La Corona había pedido que se analizara si el material sería lo suficientemente grotesco como para afectar la mente de los que lo ven e incluso impulsar a alguien a cometer ese tipo de actos.

Pero para Couture su principal misión era demostrar sus capacidades como productor de efectos especiales.

El caso arrancó en 2006 cuando la Interpol recibió una demanda de un usuario de Austria que llegó al portal del canadiense. Luego solicitaron a la policía de Montreal a llevar adelante el caso y Couture fue detenido en 2009 para ser interrogado.

El artista dice que era importante para él mantener su postura hasta el final para no crear un mal precedente en el futuro hacia los artistas y su libertad de expresión.